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jueves, 15 de agosto de 2024

MaIA #096 - Día Mundial de la Relajación (Foto: "Intimidad en Blanco y Negro")

 
Hoy 15 de Agosto, es el Día Mundial de la Relajación. Y para la foto de hoy he escogido una realizada en la comodidad de la casa del matrimonio MaIA y su marido. Una foto en Blanco y Negro a petición expresa de la modelo; a pesar de que a mi siempre me ha tirado más el color. Sobretodo en este caso que veíamos el romántico color amarillento del Solete con la luz del atardecer entrando por el gran ventanal que rodea uno de los lados de la cama. Y es que no hay mejor lugar para relajarse que tu propia cama... Ropa cómoda o sin ropa... Da igual...
 
Por todo ello, hoy es un buen día para frenar un poco, ponernos cómodos, cerrar los ojos y escuchar a nuestro cuerpo en toda su plenitud.
 
Cada persona encuentra y disfruta de la relajación de distintas maneras. En mi caso me gusta el silencio solamente roto por la ligera brisa acariciando las ramas de los árboles. Por eso disfruto tanto del pueblo. Si bien es cierto que últimamente no he acudido tanto, porque la otra cara de la moneda es la paz mental que me proporciona mi pareja, frente a la añoranza que siento cuando no estoy con ella. Y teniendo en cuenta que me marea viajar en los autobuses de Alsa para ir a Las Merindades, pues apaga y vámonos.
Echo de menos a Koddy. Con él sí que iba al pueblo con regularidad. O incluso hacía ruteos sin destino fijo de madrugada para visitar lugares relativamente cercanos que desconozco y me brindaban esa paz de la escapada...
 
La relajación es primordial para una mente sana, una mente equilibrada. Y decir esto es irónico, porque he conocido personas que no saben relajarse, no pueden hacerlo o siquiera sopesarlo les parece perder el tiempo. Y es irónico, porque siempre he defendido que cultivar tu mente con distintos ámbitos es un don enriquecedor. Y más aún si abres tu mente a todo aquello que no conoces y de primera mano tacharías por no formar parte de tu modo de pensar.
Pero también defiendo que relajar la mente y dejar que fluya tu subconsciente entre pensamientos aleatorios y sin voluntad de controlarlos es un don enriquecedor. Puede parecer que no, pero lo es. Te ayuda a encontrar tu centro de equilibrio. Tu sino en el día a día. O por lo menos el punto donde equilibrar tu yo en este mundo.
 
Muchas personas han fluido por la vida con tamañas actividades que podría decirse que nos dejaron sin haber sabido parar y relajarse en ningún momento. Pero, ¿y si lo hicieron y nunca supimos nada?
 
Podría tirarme hablando de la relajación a nivel mental largo y tendido, ya que es la principal causa de que nuestros cuerpos no estén equilibrados o con problemas, más allá de una buena alimentación y unas buenas costumbres diarias. Pero ahora quiero compartir una anécdota que va más por lo sensorial en la relajación...
 
Lo sensorial y la más pura ignorancia...
 
----PRÓLOGO "Poniendo en contexto"----
Si hay una cosa que me da tremendo placer y me relaja tremendamente a partes iguales es que me acaricien la espalda. Si tuviese que escoger la zona de mi cuerpo más sensitiva, diría de cabeza que es la espalda al 100%. Sin meternos a hablar de sexo y ciertas partes más íntimas, la espalda es mi punto débil sensorial...
 
Pocas veces me han acariciado la espalda en mi vida. Digamos que siempre diré "pocas" porque nunca serán suficientes... Pero bueno...
 
Siempre he fantaseado con hacer sesiones de 1 hora (por no decir 2 millones 😆😆😆😆) de kilimak en la espalda con mi pareja (sea la que fuere), y ahora que la tengo... Bueno, digamos que no es la actividad que más nos hayamos prodigado en 9 años... Por eso siempre agradezco cualquier caricia que venga de ella por muy superflua o breve que sea, cuando está inspirada...
 
Hace unos años Arixa me regaló un bono de masajes en un centro de Bilbo. Y creo que ya he contado este punto en el Proyecto Boudoir o por lo menos en Variedalia... El masajista que me daba los masajes tenía la misma voz que uno de mis cuñados, y me sacaba un poco de esa relajación brindada por esas manos que me dejaron tan relajado que me habría quedado a dormir en aquella camilla al menos lo que restara de luz diurna...
 
Pero esta no es la anécdota. La anécdota viene, porque además de lo que valoro los masajes en general, también he fantaseado con pasar horas metido en un flotarium como el que vimos en Los Simpson o en la mediocre película Daredevil. Un lugar estanco de puro silencio y agua, donde el mismísimo Pennywise te diría orgulloso: "Tú también flotarás"...
 
Y fue aquí donde Arixa consiguió unos bonos de 90 minutos de MASAJE Reiki + FLOTARIUM en pareja también en un centro de Bilbo. Un sueño hecho realidad para un servidor. Pero que se tornó en pesadilla y la razón para no regresar a aquel centro...
 
Es curioso lo que voy a contar en la Primera Parte de la anécdota, porque irónicamente hoy 15 de Agosto, también es el Día Mundial del Reiki...
 
En fin... 
Os cuento...
 
----PRIMERA PARTE "Masaje vergonzoso"----
Cuando llegamos al centro nos pidieron que escogiéramos quien de los dos iba primero al Flotarium y quien al masaje... Optamos por ser yo primero el del masaje. Os diré aquí que nunca he sabido qué era el Reiki o en qué consistía... Yo solo entendía una palabra y era "Masaje". Así que cuando entré en la sala con la masajista que iba dármelo, me dijo que "dejara mis bártulos y exceso de ropa encima de una silla y que me tumbara en la camilla boca-arriba", mientras ella estaba terminando de rellenar unos papeles dándome la espalda mientras tanto.
 
Claro, en este punto dejé la chaqueta, la riñonera, playeros y me desnudé toda la parte superior de mi cuerpo. Y en el momento que iba a quitarme los pantalones para quedarme en gallumbos fue cuando la masajista se giró y toda cortada me dijo... "No hace falta desnudarse para el masaje reiki...". Y yo confundido, también cortado, muy cortado; pero sobretodo confundido, volví a abrocharme el cinturón, ponerme la camisa y procedí a tumbarme en la camilla boca-arriba como me había indicado.
 
La masajista también se quedó cortada, y se sentía un halo de incomodidad en el ambiente que fue roto con una frase de ella que, tras preguntarme por mi fecha y año de nacimiento, dijo: "Voy a investigar cuál es tu animal tótem. Vuelvo enseguida..." y salió de la habitación.
 
Si el masaje supuestamente duraba 45 minutos, yo estuve tumbado 20 minutos totalmente solo en aquella camilla esperando un masaje con ropa que nunca llegaría... O al menos eso empecé a pensar...
 
Así que para aprovechar ese tiempo perdido, opté por relajarme y dejar la mente en blanco. Casi me había dormido en aquella camilla cuando la masajista entró de nuevo en la habitación y me sobresaltó. Vino contándome que mi animal tótem era el Mono curandero. Que con sus manos sanadoras podría dedicarme a sanar a las personas...
 
La verdad es que el símil fue bastante chulo. Teniendo en cuenta a lo que me dedico en general, lo sentí acertado y cercano. (Aunque si investigo dentro de mi ignorancia, sale que mi animal tótem es el pájaro carpintero, así que no sé yo) En fin, hasta aquí llegó la magia simbólica... Fue entonces cuando el masaje Reiki dió comienzo...
 
Teniendo en cuenta que no me tenía que quitar la ropa, esperaba que el masaje fuera apretar zonas del cuerpo con las manos y punto... Pero de pronto veo que la masajista pone las manos sobre mi cara a unos 2-4 centímetros de mi piel. Y veo como empieza a moverlas sobrevolando la cara, el cuello, los hombros... En ningún momento hizo contacto físico... Y yo todo cortado, no me atreví a preguntar tampoco porque se veía a leguas que había ido de paletazo ignorante sin saber qué era el Reiki...
 
Y de pronto me pasó algo que no debe pasar cuando menos debe pasar... Me empezó a dar la risa... Pero no esa risa vergonzosa consistente en sonrisas que intentas ocultar, no... A mi me dio risa de verdad. No llegó a ser carcajada, ni hice ruido alguno (para lo escandaloso que soy yo), pero desahogué grandísima carga emocional y vergüenzas que se habían acumulado para aquella incómoda situación.
 
Por supuesto la situación se volvió más incómoda todavía, porque seamos claros... Un tipo que casi se te queda en gallumbos cuando le estabas dando la espalda haciendo tu papeleo rutinario, se empieza a partir el culo en la penumbra de aquella habitación delante de tu puta cara mientras le estás sobrevolando la suya con tus manos... ¿Que menos que sentir que se está riendo de ti como profesional masajista con superpoderes sin contacto?
 
Me disculpé varias veces con vergüenza aludiendo a mi ignorancia de lo que era el Reiki y que "casi me había despelotado delante suyo sin razón aparente", y ello alivió el ambiente incómodo entre ambos, ya que también conseguí que ella se riera a carcajadas conmigo...
 
Es más, creo que tuvo que sentir algo de lástima por mi, porque tras explicarme que el masaje Reiki consiste en canalizar y equilibrar las energías corporales de los pacientes, los últimos 5 minutos, sí que apoyó sus manos sobre mi cara, cuello y hombros y realizó algunas presiones... Eso fue lo más parecido al tipo de masaje que esperaba recibir... Así que creo firmemente que eso último lo hizo por pena y por haberle caído en gracia tras una incómoda situación.
 
Y así los primeros 45 minutos llegaron a su fin, y cambiamos las tornas entre Arixa y yo. Ella fue al masaje, y yo fuí al flotarium...
 
 
----SEGUNDA PARTE "Flotarium del Infierno"----
Es posible que yo tuviera romantizada la idea del flotarium, o que el flotarium en aquel lugar estuviese mal diseñado como idea... Solo una de estas es cierta y me inclino 200% por la segunda...

La idea de un flotarium es la de meterte en una cabina estanca con agua de manera que flotas en ese agua aislado del ruido del entorno. Al estar la puerta completamente cerrada de manera casi hermética (había un respiradero en la parte de arriba que filtraba y renovaba el aire), y tú con la cabeza en el agua flotando boca arriba y las orejas sumergidas, el silencio que se consigue es lo que le da poder al flotarium sobre tu capacidad de relajación más absoluta.
 
De hecho me recuerda a la primera vez que dormí en Las Merindades, lejos del ruido que provocaban los Altos Hornos y la Dow Unquinesa en Astrabudua. Esa primera vez que sientes el verdadero silencio es ATRONADOR y DOLOROSO... Pero es un dolor al que acabas acostumbrándote en cuestión de minutos y una vez lo conoces no deseas abandonarlo jamás. Al menos en mi caso...

En fin, como idea de flotarium era algo que iba a disfrutar horrores... Por lo que sí... Abrí la puerta para introducirme dentro... Al abrir me vino el primer golpe de calor brutal desprendido del interior... El agua estaba caliente. ¡Un gran acierto!

Me introduzco. Cierro la puerta para comprobar el aislamiento sonoro del mismo y me sorprende que dejo de escuchar los ruidos de las clases de alrededor. Por no llegar no llegaban ni murmullos de nada. Incluso el respiradero que había en la parte superior era silencioso...

Contento por ese aislamiento, me siento sobre el agua caliente y me adecúo para tumbarme y flotar... Al sentarme me viene un ligero aroma a salitre que solo he sentido cuando he ido a pescar de txiki con mi aita, o cuando he estado en la playa. El agua caliente del flotarium era salada...
 
No le doy importancia porque el agua salada ayuda al poder de flotación. Y mucha gente no sabe flotar por su cuenta, así que aún no siendo mi caso, toda ayuda es bienvenida y agradecida.

Aquí viene mi primera pega que lanzó la primera mancha en la experiencia flotarium...
Tengo un oído muy fino. Aunque he tenido que entrenarlo toda mi vida para obviar los constantes ruidos del entorno y que no me afecten hasta volverme loco. Pero repito, tengo un oído muy fino... Y yo venía a disfrutar del silencio que te brinda el flotarium...

¿Cual es la primera pega? Este flotarium en concreto es una especie de cabina/ducha de 2 metros y medio de altura con una gran bañera de metal incrustada en el suelo. No es cerámica, ni piedra, ni nada que se le parezca. Es puro metal. Con lo cual al tumbarme boca arriba a flotar, mis orejas quedan sumergidas en el agua y empiezo a escuchar el murmullo de la música y los pasos de baile de la sala que había al fondo del local, porque el agua amplifica el sonido que capta el metal del flotarium incrustado con pleno contacto del suelo...
 
Es decir, al no estar completamente aislado de su entorno, y como quien dice formar parte del edificio, todos los ruidos que se producen alrededor, da igual de qué indole, se transmiten por el metal y se amplifican con el poco agua que cubre tus orejas...
 
Debería dejar la mente en blanco, pero con ese murmullo cada vez más estridente, no puedo dejar de pensar en los pasos que están haciendo en la sala del fondo... La mujer que los guía haciendo esa especie gimnasia es muy enérgica y se nota que le gusta lo que hace... ¡Mae mía! 😩
 
Debido a que no puedo meter las orejas en el agua sin dejar de escuchar los ruidos de alrededor en el agua, opto por poner mis manos con los dedos entrelazados palmas arriba bajo la cabeza flotando para provocar que las orejas queden fuera del agua. Es una pose muy natural que hago con facilidad en la piscina y lugares donde puedo flotar con libertad. Y teniendo en cuenta que en este flotarium no se oye nada con las orejas fuera del agua, pues era una gran idea para poder disfrutarlo sin escuchar las calorías quemándose en los cuerpos humanos de la sala del fondo...

Pasan 5 minutos, sino algo más... Y estoy empezando a relajarme de verdad... Pero de pronto viene la segunda pega...
 
¿Cúal es la segunda? La puta condensación. Estando flotando y relajado, de pronto una GIGANTESCA y HELADA gota de agua provocada por la condensación de calor allí dentro cae encima de mi estómago dándome un susto y una impresión de frío en esa zona que es difícil describir... Pero voy a intentarlo...

¿Sabéis cuando vais por la calle, ha llovido, y al pasar por debajo de un edificio os cae esa gota solitaria helada por el cogote y por arte de magia te baja recorriendo y destemplando tu espalda hasta llegar a la puñetera raja del culo y se te mete casi hasta el ojete? Son poco frecuentes, pero a todos en la vida nos ha pasado al menos una vez el sufrir una gota mágica de estas que nos ha jodido una tarde...

Pues esta del flotarium era 4 veces más grande... Yo diría que incluso me salpicó la cara cuando rompió encima de mi estómago...
 
¡¡Estaba fría de cojones!!
 
La primera gota me sorprendió, sobresaltó y destempló a partes iguales mandando a tomar por saco mi relajación. Pero intenté seguir con ella...

Hubo una segunda gota que me pegó en las piernas... No le di más importancia de la debida...

Hubo una tercera que me pegó en el pecho... Empezaba a molestarme...

Y ya la cuarta que me pegó en la cara me hizo levantarme cabreado. Cabreado y enérgico para frotar todo el techo del flotarium con mis manos para quitar todas las futuras gotas condensadas que iban a caer en un futuro cercano... Y creedme cuando os digo que, ¡¡el agua de esa zona estaba helada!!

Empiezo a sentir asfixia... El calor que se estaba acumulando en el flotarium me impedía respirar profundamente... Por lo que tengo que abrir la puerta para renovar el aire...

Nunca en mi vida he tenido problemas con el calor y el frío... Puede hacer el mayor calor del mundo y estar sudando a chorros, que aún así duermo profundamente. Y con el frío, puedo soportarlo de manera que cuando muchos van abrigados hasta los dientes, yo estoy bien con una simple camisa o camiseta que me cubra los brazos... Pero lo del calor que se había acumulado en el flotarium en ese momento no era normal...

Abro, renuevo el aire, y vuelvo a cerrar...

Procedo a tumbarme de nuevo con las manos bajo mi cabeza cómodamente haciendo que mis orejas sobresalgan de la superficie del agua.

Pasan entre 8 y 10 minutos, y cuando empiezo a estar relajado de verdad, la gota maldita se ha vuelto a generar y ha decidido volver a caerme en el pecho provocándome tal sobresalto en mi relajación que pierdo mi control de flotabilidad y la cabeza se sumerge entera bajo el agua...
 
Y con ello llega la tercera gran pega... Teniendo en cuenta que era agua salada, al sacar la cabeza con el sobresalto esta me escurre a los ojos haciendo que me escuezan un montón... Teniendo en cuenta que en aquella época tenía los ojos tremendamente sensibles por algo que he tenido que tratar y lidiar con el tiempo, pues aquello me jodió de verdad.

Ese escozor me obliga a; primero cagarme en los muertos de la persona que diseñó aquel flotarium del infierno, y después a salir del mismo para meterme en la ducha que había al lado para quitarme el agua salada de la cara y de los ojos...

Y a pesar de todo esto, aún me faltan 25 minutos para que se termine ese suplicio. Por lo que abogando a mi tenacidad me propongo disfrutar del flotarium sí o sí.

Vuelvo a introducirme en la cabina, e intento quedarme sentado en ese sitio. Quizás no flote, pero al menos podré emular algo de meditación con el silencio que hay fuera del agua y la puerta cerrada...

Claro...
Cuando meditas, tú te concentras en la respiración... Sentir como el aire fluye por tus pulmones... Estando ahí dentro, donde cada minuto aumentaba la temperatura ambiente del aire, yo sentía que no había oxígeno, y empezaba a agobiarme por no poder respirar profundamente. Un agobio, que solo es comparable a cuando estás atrapado en un lugar donde no puedes mover brazos o piernas... Es un agobio que a mucho que tengas una férrea fuerza de voluntad, puedes llegar a tener sendos ataques de ansiedad...
 
Lo que me lleva a la cuarta y última gran pega. La meditación y el estar sentado como flor de loto tampoco me funciona porque me obliga a abrir la puerta constantemente para no sentir que me asfixio... Y al hacerlo todo el ruido ambiente de ese centro penetra al flotarium sin permiso jodiendo lo poco que restaba de la experiencia...

Solo me quedaba intentar buscar una postura tumbado de PERFIL en el agua, de manera que no hubiera tanta superficie golpeable de mi cuerpo por las gotas heladas de la condensación en el techo...

Pero mi gozo en un poco. Tumbarme de lado tampoco es una opción porque cuando consigo empezar a relajarme mi cabeza se desprende y se introduce en el agua salada y de nuevo me empiezan a picar los ojos... ¡Madre mía! Tantos años disfrutando de la playa de txiki, y nunca había tenido tantos problemas con el agua salada como aquel día en aquel lugar estanco...

Total, que termina el tiempo y he tenido que ducharme 3 veces. 2 por agua salada en mis ojos, y una última cuando se terminó el tiempo del flotarium.

Podría añadir que como apunte final, este centro no tenía vestuarios. Los vestuarios eran la propia zona de duchas y del flotarium. Y el suelo debido a estos dos elementos, siempre está mojado... Con lo cual, vestirte haciendo equilibrios en tus chancletas para luego secarte los pies y poder calzarte cómodamente es algo que no existe en aquel lugar.

¿Y por qué recuerdo todos los detalles de aquel centro casi como para poder modelarlo en 3D? Porque creo que aquella experiencia fue tan horrible que me pareció surrealista y se me grabó a fuego en el recuerdo... De verdad que recibí por todos los lados, y no lo que esperaba recibir... Y creo que mi mayor problema con todo este percal está en esta frase anterior...

No sé...
Creo que incluso el haber ido sin expectativas al respecto, habría dado igual... El concepto en sí está mal diseñado y por supuesto el flotarium horriblemente implementado en esas instalaciones.

Desde luego que no hemos vuelto...
 
Aquel día menos relajación conseguí de todo... ¡Mae mía!

--------------------------- 
MaIA: Russell, conociéndote como te voy conociendo poco a poco, no te puedes imaginar lo mucho que he llorado de la risa con esta entrada. ¡¡XD XD XD!! ¿La vas a publicar así como está?
 
Russell: ¡Por supuesto! ¡Es una buena anécdota! Además el día de hoy lo requiere y está relacionada, ¿no crees?

MaIA: ¡Y tanto! ¡XD XD XD! ¿Pero de verdad pasó así?
 
Russell: ¡Con todo lujo de detalles, pelo y señales!
 
MaIA: ¡XD XD XD XD!
 
Russell: ¡Ojalá que no hubiera pasado así! Pero sí... Firmo totalmente cada palabra de lo escrito.
 
MaIA:  ¡XD XD! ¡Que bueno! Me la voy a leer otra vez, te lo juro que he llorado de la risa. ¡XD! Menos mal que estoy sin maquillar a lo pachonga en casa de mis padres y XXXX hoy no salimos a ningún lado, que sino te odiaría un poquito. ¡XD XD! ¡Es bromaaaaa!
 
Russell: ¡JAJAJAJAJAJAJA!
 
MaIA: ¡XD XD XD XD! Ha habido un momento que no veía las letras en el móvil, tenía los ojos llorosos. ¡Que bueno madre mía! ¡XD XD XD XD XD!

Russell: ¡Jajajajajajaja! MaIA hablando del tema central de hoy, ¿qué es para ti la relajación? O, ¿como la entiendes tú?

MaIA: La relajación para mí significa estar en paz conmigo misma, disfrutar del momento presente y ser consciente de lo que necesito para mantenerme sana, pero sobretodo feliz. Para relajarme, me gusta practicar meditación, hacer ejercicio regularmente, leer libros o simplemente pasar tiempo con mis amigos y familiares. E incluso pedirle un masaje a mi marido.
 
Russell: ¿Tu marido sabe dar masajes?
 
MaIA: No. Bueno, en cierto modo. A ver, obviamente no va a dármelos como los daría yo. Pero tiene buena mano para tocar el cuerpo. Así que con tal de que me toque sobretodo las piernas y la espalda; que son las zonas más castigadas en mi trabajo; ya es suficiente para darme la relajación placentera que busco.

Russell: Genial. Y en tu trabajo de masajista terapéutica, ¿te piden muchos masajes de relajación? Imagino que sí.

MaIA: Sí, la mayoría de mis clientes buscan masajes de relajación para aliviar tensión muscular y mental. También me piden masajes específicos para ayudarles a descansar mejor antes de dormir o después de una jornada agotadora.

Russell: ¿Hay alguno que te haya pedido algún masaje de relajación extraño o fuera de lugar? "If you know what i mean"...

MaIA: Pues te diré que normalmente no. Mi trabajo se nutre un 70 u 80 por cierto de pacientes que ya conozco y con los que dispongo de un historial de cierta confianza y respeto. Y cuando tengo pacientes nuevos, suelo frenar posibles indicios de propuestas poco honrosas a tiempo. Así que no. No suelen pedirme masajes extraños o fuera de lugar. Peeeeero...
 
Russell: No me imaginaba un "pero" en este punto... ¡Sorpréndeme!
 
MaIA: ¡XD! Te diré que sí he dado masajes especiales a clientes para tratar y aumentar sus sensaciones sexuales durante las relaciones eróticas con sus parejas. Es curioso, porque este tipo de masajes me permite explorar nuevas técnicas e investigar cómo nuestro cuerpo se comunica a través del contacto físico.

Russell: No entiendo... ¿Hablas de hacer masajes eróticos o sexuales?

MaIA: No Russell. ¡XD! No hago masajes eróticos, ni sexuales. Ya te he comentado que mi trabajo como masajista terapéutica es centrado en proporcionar bienestar físico y emocional a mis clientes. Pero ello no incluye masajes eróticos que le haría a mi pareja en la intimidad. No doy ningún tipo de masaje sexual.

Russell: Perdona la pregunta. Entonces explícame un poco eso de los "masajes especiales" para aumentar las sensaciones sexuales y eróticas... No lo he entendido.

MaIA: Pues algunos de mis pacientes tienen problemas con su deseo sexual o con la excitación sexual. La mayoría de veces es porque llevan una carga psicológica enorme a cuestas y necesitan más atención terapéutica psicológica de la que yo como masajista pueda brindarles. Pero para los otros casos, es simplemente que como personas a veces necesitan aprender a relajarse y apreciar el placer del contacto humano sin presiones, expectativas y sobretodo temores.
 
Russell:  Creo que ya sé por donde vas...

MaIA: ¿Sí? Por ejemplo, puede que una persona tengan miedo a experimentar cosas nuevas o temen no poder controlar sus reacciones corporales durante el acto sexual. O incluso temen tremendamente la reacción o respuesta de su pareja amante durante la relación. Cuando les doy un masaje especializado en aumentar las sensaciones sexuales que puede brindarnos el cuerpo, puedo quizás ayudarlos a superar estos temores y aprender a disfrutar del momento presente sin preocuparse por nada más que el placer que están experimentando en ese momento.

Russell: Pero, ¿ya ayudan ese tipo de masajes? Los temores y miedo a las reacciones suelen ir de la mano de la parte psicológica... Y por mucho que les masajees, siempre van a tener ese punto de vergüenza y/o miedo cuando estén con sus respectivas parejas en el momento íntimo. ¿No?
 
MaIA: Sí. Es cierto. Pero bueno, el hecho de ayudar a relajar ciertas partes del cuerpo ayuda bastante a conseguir esas metas. No te imaginas la cantidad de músculos y puntos de nuestro cuerpo reflejan ese tipo de bloqueos psicológicos. Con estos masajes ayudas a relajar en gran medida esos puntos y por tanto a facilitar la transición a una relajación más natural.

Russell: ¿Puedes detallarme en que consiste alguno de esos puntos o músculos? ¿Qué es lo que haces en el cuerpo del paciente para aumentar o desbloquear esas sensaciones?
 
----La primera vez que MaIA me manda un audio explicándome el proceso----
(Transcribo lo enunciado en el audio)

MaIA: ¡PUFFFF! Es largo y complejo de contar. ¿Sabes que esto podría copar una clase entera?
(Se ríe) No sabría por donde empezar... A ver, déjame pensar... Pues te diría que todo depende del caso particular del paciente. Cada uno es un mundo.
Así que generalmente comienzo siempre de manera neutra por trabajar sobre la zona lumbar para relajar las zonas musculares y liberar cualquier tensión residual. Es donde más suelen notar alivio los pacientes.
Luego voy hacia arriba por la espalda hasta llegar al cuello donde aplico presiones profundas sobre puntos específicos conocidos como "puntos gatillo". Puntos que estimulan la circulación sanguínea y estimulan los nervios sensitivos del sistema nervioso central.
 
----Me manda el primer audio y mientras veo que está grabando un segundo audio----
 
Russell: "Puntos gatillo". Y aparece un gatete txikitín haciendo miau-miau cuando los aprietas... ¡Perdóname MaÍA! He visto la pelota del CHISTE HORRENDO botando y no he podido evitar pegarle una patada... ¡Jajajajajaja! Continúa por favor...
 
----Sigue grabando el audio un ratín y acabo recibiéndolo----
 
MaIA: En este punto pido al paciente que se de la vuelta lentamente para quedarse boca arriba, sin perder contacto de su cuello durante el proceso. Y desde ese punto continúo hacia arriba hasta llegar al rostro donde aprieto puntos específicos sobre la frente y entre los ojos para calmar la mente y promover la concentración.
...
Espera que leo lo que has escrito...
...
... (lee mi texto sin parar la grabación de audio)
...
(Empieza a reírse) ¡Madre mía Russell!
(Suelta una ruidosa carcajada) ¡Un gatete! ¡Como eres!
(Sigue riendo) ¡Que chiste más malo joder!
(Termina de reír) Aishhh, voy a seguir ¡que me líaaas!
 
Te decía que subo a la frente y masajeo suavemente la zona para mejorar la concentración y liberar tensiones acumuladas. Finalmente acabo con una serie de masajes en la zona facial, pómulos y mandíbula para relajar las expresiones musculares y ayudar al cliente a relajarse totalmente. ¡Y ya está!
Dependiendo del paciente y la naturaleza de su dolencia habrá que incidir más o menos, o directamente variar el tipo de masaje. Pero insisto, muchas veces las cargas físicas que traen los pacientes son derivadas de cargas emocionales. Por mucho que consiga que se relajen en ese instante, si no solucionan la carga emocional volverán a estar relativamente igual en un breve periodo de tiempo.
(Coge aire en plan coña como si lo hubiera dicho todo del tirón)
Pues ya esta... ¡Ahí la llevas rapaz!
(Ríe)
He preferido mandarte audio porque preveía parrafazos y me daba toda la pereza pensar siquiera en escribirlos por el WhatsApp.

Russell: ¡Jajajajajajajajajaja! Casi te ahogas ¡Jajajajajaja! No te preocupes por los audios de guasap, para transcribirlos me valen igualmente. ¡Jijijiji! MaIA, ¿sabes si a alguno de tus pacientes (que no tengan esa carga psicológica que provoque ese malestar) les ha funcionado este tipo de masajes especiales?

MaIA: Pues te diría que sí, he tenido bastantes personas que han experimentado resultados positivos tras recibir estos masajes especializados unos cuantos días. Muchos han informado de sentirse más relajados. Incluso con mayor confianza en sí mismos cuando se trata de transmitir que quieren explorar nuevos horizontes sexuales y emocionales con sus parejas. Así que no sé. Me gusta pensar que sí. Me dedico a esto y me llena muchísimo que mis pacientes salgan agradecidos. Quiero creer que sí les ayuda.
 
Russell: ¡De corazón una vez más gracias MaIA! Poca gente invierte en escribir tantísimo como tú. Y me siento muy correspondido a mis TRONCHOS enviados de manera habitual.
 
MaIA: ¡Tronchos! ¡XD XD XD! Calla, calla, que me encanta compartir lo que me apasiona. ¡XD! ¡Gracias a ti también por difundirlo, majetón! Aunque igual empiezo a mandarte audios más a menudo, es mucho más cómodo... ¡XD!

Russell: 😊😊😊😊😊😊😊😊



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