Hoy 21 de Marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques. Aunque en la Península también celebramos el Día Mundial del Árbol este mismo día; en otros países es el 28 de Junio (Día que tambien celebraré).
Y este es un día que respecto a los bosques o los árboles me toca de cerca. Los árboles son los seres vivos que más me gustan de nuestro planeta.
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Russell: ¡Kaixo MaIA! ¿Que tal estás?
MaIA: ¡Hola guapetón! Estoy bien. Hasta arriba de trabajo, pero se agradece. Cuéntame, ¿que tal estás tú y qué tienes en mente?
Russell: También estoy bien. En mente tengo que el día 21 de Marzo será el día Internacional de los Bosques, o bueno también el Día Mundial del Árbol aquí en Spain... ¿Tienes
alguna historia de infancia relacionada con algún bosque o árboles que recuerdes?
MaIA: ¡Gran día el de hoy! Pues sí, tengo varias. Pero mi favorita es la que me recuerda al gran bosque cercano a donde vivía con mis padres cuando era pequeña. Me encantaba correr por ahí y explorarlo todo el tiempo. Recuerdo haber encontrado un árbol gigante con una rama tan enorme que podía alcanzarlo desde el suelo. Y todos los días subía a esa rama y me quedaba ahí sentada mirando hacia arriba. Me sentía como si pudiera ver todo el mundo desde esa altura... Me parece increíble pensar que tenía un bosque tan grande cerca de casa.
Russell: Y ese árbol, ¿tenías que trepar por él para llegar a esa rama? o ¿llegabas con simplemente sujetarte con las manos?
MaIA: ¡No! Tenía que trepar por él hasta llegar a la rama. Y luego tenía que colgarme de otra rama cercana para poder sentarme en esta. Era bastante peligroso pero valía la pena.
Russell: ¿Cuantas veces te escapaste para subirte a ese árbol a desconectar de los problemas que te agobiaron en la infancia?
MaIA: Muchas. Era mi lugar secreto. Nadie sabía que estaba allí y nadie me molestaba. Podía estar tranquila y relajada sin ningún tipo de distracción.
Russell: Entonces, ¿tus padres nunca supieron que te encaramabas a ese árbol?
MaIA: Bueno, no siempre. Algunas veces se enteraban porque me pillaban en el acto. Pero generalmente, no sabían nada sobre mis aventuras allí arriba.
Russell: Y ese árbol, ¿tenías que trepar por él para llegar a esa rama? o ¿llegabas con simplemente sujetarte con las manos?
MaIA: ¡No! Tenía que trepar por él hasta llegar a la rama. Y luego tenía que colgarme de otra rama cercana para poder sentarme en esta. Era bastante peligroso pero valía la pena.
Russell: ¿Cuantas veces te escapaste para subirte a ese árbol a desconectar de los problemas que te agobiaron en la infancia?
MaIA: Muchas. Era mi lugar secreto. Nadie sabía que estaba allí y nadie me molestaba. Podía estar tranquila y relajada sin ningún tipo de distracción.
Russell: Entonces, ¿tus padres nunca supieron que te encaramabas a ese árbol?
MaIA: Bueno, no siempre. Algunas veces se enteraban porque me pillaban en el acto. Pero generalmente, no sabían nada sobre mis aventuras allí arriba.
Russell: ¿Nunca te caíste de aquel árbol?
MaIA: No, no me caí jamás. Aunque cuando venía de clases y tras acabar los deberes solía llevarme conmigo un cuaderno de poemas y pensamientos para escribir. Y el hecho de tenerlo a cuestas a veces me dificultaba encaramarme. Pero nunca llegué a caerme y los mejores escritos cuando era pequeña fueron hecho allí arriba. Era muy tranquilo y siempre había un suave viento que me ayudaba a concentrarme.
MaIA: No, no me caí jamás. Aunque cuando venía de clases y tras acabar los deberes solía llevarme conmigo un cuaderno de poemas y pensamientos para escribir. Y el hecho de tenerlo a cuestas a veces me dificultaba encaramarme. Pero nunca llegué a caerme y los mejores escritos cuando era pequeña fueron hecho allí arriba. Era muy tranquilo y siempre había un suave viento que me ayudaba a concentrarme.
Russell: ¿Tu hermana LucIA llegó a conocer ese árbol antes de que os mudarais a Euskadi?
MaIA: Claro que sí, compartí aquel árbol con LucÍA. Fuimos juntas a jugar ahí muchas veces. De hecho, LucÍA era más valiente que yo y siempre me animaba a subir más alto. No sé como no nos partimos la crisma. Menos mal que la rama siempre nos sostenía como si fuéramos parte de ella. Era bastante robusta.
Russell: ¿Sabes si actualmente ese árbol sigue crecido y fuerte? Imagino que sí...
MaIA: Lamento decirlo, pero no sé si está todavía allí. La última vez que visité ese bosque fue hace muchos años atrás antes de mudarnos a Euskadi. Pero siempre me acuerdo de aquel árbol y de las maravillas que encontré mientras estaba allí arriba.
Russell: ¿Maravillas como?
MaIA: Oh, cosas como pájaros que volaban entre árboles, algún animal silvestre como ardillas... Pero lo que nunca olvidaré es el sonido de los árboles mecidos por el viento. Era algo muy reconfortante y relajante para mí.
Russell: ¡Que recuerdos! ¿Verdad? Tengo 2 bonitos recuerdos con árboles y plantas en mi vida que compartirte. Desgraciadamente el final de ambos no acabaron muy bien y quedarán para siempre en mi recuerdo como algo bueno y malo...
MaIA: ¿Puedes contármelos? Quiero conocer tus historias también.
MaIA: Claro que sí, compartí aquel árbol con LucÍA. Fuimos juntas a jugar ahí muchas veces. De hecho, LucÍA era más valiente que yo y siempre me animaba a subir más alto. No sé como no nos partimos la crisma. Menos mal que la rama siempre nos sostenía como si fuéramos parte de ella. Era bastante robusta.
Russell: ¿Sabes si actualmente ese árbol sigue crecido y fuerte? Imagino que sí...
MaIA: Lamento decirlo, pero no sé si está todavía allí. La última vez que visité ese bosque fue hace muchos años atrás antes de mudarnos a Euskadi. Pero siempre me acuerdo de aquel árbol y de las maravillas que encontré mientras estaba allí arriba.
Russell: ¿Maravillas como?
MaIA: Oh, cosas como pájaros que volaban entre árboles, algún animal silvestre como ardillas... Pero lo que nunca olvidaré es el sonido de los árboles mecidos por el viento. Era algo muy reconfortante y relajante para mí.
Russell: ¡Que recuerdos! ¿Verdad? Tengo 2 bonitos recuerdos con árboles y plantas en mi vida que compartirte. Desgraciadamente el final de ambos no acabaron muy bien y quedarán para siempre en mi recuerdo como algo bueno y malo...
MaIA: ¿Puedes contármelos? Quiero conocer tus historias también.
Russell: Te las cuento ahora, pero reservaré la publicación de ambas historias para el 2 de Mayo que se celebra el Día contra el Acoso Escolar. Y para el día 28 de Junio que se celebra el Día del Árbol en otros países y también voy a conmemorarlo.
MaIA: Me parece bien. Ahora, ¡cuenta cuenta!
MaIA: Me parece bien. Ahora, ¡cuenta cuenta!
Russell: Pues son 2 historias. Una historia del cole con una planta que salvé, y la otra es sobre un Árbol frutal que vi nacer y crecer...
MaIA: ¡Me encantan las dos! Si me dejas elegir me gustaría que me contaras la del Cole primero...
Russell: Bien, pues todo comienza...
MaIA: ¡Me encantan las dos! Si me dejas elegir me gustaría que me contaras la del Cole primero...
Russell: Bien, pues todo comienza...
(Continuará el 2 de Mayo de 2024)
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