Si hay una marca mítica de los 80 que aún a día de hoy sigue existiendo y marcando producto, esa es HOT WHEELS.
El Taller Mágico que consistía en un maletín que se abría, te permitía pintar los coches metiéndolos en agua fría y agua caliente con una grúa. Los coches cambiaban de color en función de la temperatura. De color morado a blanco para el Porsche y de color naranja a blanco con el Ferrari. Había más coches en la colección pero tenías que comprarlos a parte o comprar nuevos Talleres Mágicos.
La Montaña Rusa consistía en un circuito que empezaba con unos pistones que lanzaban los coches cuesta arriba, de manera que con la inercia bajaban de nuevo a toda velocidad y dejando preparados estos pistones, el vehículo acabaría empujándolos haciendo que subieran disparados de nuevo hacia arriba. Y así hasta que te cansaras y no bajaras los pistones para que recibieran a los coches. Los coches eran más pequeños, pero también cambiaban de color.
¡Anda que no les habré metido horas a estos dos!
¡¡Qué recuerdos!!
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