Como bien es sabido, muchos lectores apasionados comenzaron su andadura con los cómics...
Y aunque esta afirmación no engloba a todos, sí que lo hace con muchos de nosotros.
Yo heredé un porrón de cómics de Mortadelo y Filemón (en Blanco y Negro cuando la T.I.A no existía y ellos eran "Agencia de Información"). Y algún otro de comics variados.
Y poco a poco, con los que me iban regalando de Patoaventuras, David el Gnomo, y similares, amplié la colección mítica hasta que me los supe de memoria y empezaron a regalarme los tomos de MAS HUMOR o SUPER HUMOR MORTADELO.
Aunque me encantaba la lectura y pasaba horas leyendo sendos y tochos libros de crío, reconozco que hasta bien entrada la edad adulta, me encantaban los tebeos para sentarme a merendar con ellos. No había mayor placer diario para mi, que prepararme la merienda y coger un tebeo para leer mientras merendaba.
Hoy día ya no practico esta actividad, ya que no meriendo. Y cuando lo hago normalmente suele ser de modo social poteando con mi grupo de amig@s o familiares, y no es de buena práctica hacerlo entonces...
¡¡Qué recuerdos!!
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