Desde que tengo uso de razón...
Desde que tengo memoria...
Desde que cayó mi primer libro en mis manos, he devorado páginas y páginas de escritos de todo tipo de personas.
***Recordando este Relato de hace un par de años***
Y cada día más o menos, siempre hay algún renglón más que contar en mi vida. Cosa que me lleva a reconocer con el corazón en la mano que humildemente acabo haciendo una reverencia a la señorita LECTURA, para comunicarla que esta noche voy a pasarla con su hermana la señorita ESCRITURA...
Dos amantes de la misma familia...
Dos amantes de la misma sangre...
Dos amantes de la misma naturaleza, pero dos de diferente carácter.
La primera es rápida y voluble. Desea que la disfrutes un capítulo tras otro con pasión... Sin descanso a poder ser... Imaginando cada curva de su piel en nuestra mente...
La segunda desea ser disfrutada con calma. Con calma pero sin pausa. Masajeando cada curva, cada rincón de la misma con nuestras propias manos...
Dos amantes de distinta índole pero en una misma familia e inseparables la una de la otra a pesar de sus diferentes dones.
Y cuando caes en la cuenta de que amas, te encuentras echándolas de menos mientras observas un cielo azul, respiras aire fresco y puedes estar o no acompañado por el sonido de la naturaleza...
Y una vez cae la noche, siempre tienes la posibilidad de mirar el camino y pedirle a una de las dos señoritas que te acompañe...
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