Hoy me despierto y el día adolece de nubes. La zona donde me encuentro, se encuentra especialmente enturbiada con el grisáceo que provocan los rayos del sol filtrados por esos demonios con forma de algodón...
Tras una llamada, y tras un par de emails, descubro que una de las mujeres de mi vida se "encuentra triste". Tras indagarle me da la noticia del fallecimiento de Robin Williams. Noticia que me deja un poco perplejo por dos razones.
La primera; es que normalmente soy yo el primero que suele enterarse de este tipo de noticias en cuanto al mundo del cine y el espectáculo. Pero ¡ay! campos de dolor, mustios, collados... El estar fuera de tu lugar de residencia desconectado del mundo es la única gran maldición que tiene y asumes.
La segunda; y más importante; es que otro icono de mi infancia se marcha... En vez de hacerlo (y que me perdonen sus familias) cualquier político corrupto de nuestro país (que falta nos hace).
¡Joder! Se va la gloria, se queda la mierda... ¡¡ARRRRRRRRR!!
No voy a hacer un listado de los actores, músicos, cantantes y demás gente del espectáculo que nos ha ido dejando con los años y que guardaban un rinconcito especial en mis memorias, en mi nostalgia... Aunque de todos ellos quiero volver a recordar al grandísimo Constantino Romero, y terminar dedicando estas palabras a Robin Williams.
La facilidad que tenía este actor para hacerte sonreír o para arrancarte alguna lágrima en sus actuaciones era pasmosa. A mi ciertamente me tenía enamorado en todas y cada una de sus películas. Aunque reconozco que 2 de sus películas (muy buenas por cierto) no las volveré a ver jamás por el intrincado y poderoso reclamo dramático que me destroza el alma cuando las veo: "El hombre bicentenario" y "Más allá de los sueños".
Pero películas como "Good Morning Vietnam", "Sra. Doubtfire", o "El club de los poetas muertos", tenían ese don del que hacía gala el actor. Podían hacerte llorar de risa, o de melancolía dependiendo de la escena. (Algo similar a lo que me pasa con la película CLICK de Adam Sandler).
Sin embargo, es a la película "El indomable Will Hunting" (donde Matt D. y Ben A. obtuvieron éxito rotundo) a la que le debo mucho. No voy a entrar en detalles acerca de ello. Pero daré una pincelada y es el término "ángel" que la mujer de mi vida habrá de aceptar sí o sí como acompañamiento en nuestra relación.
Las parejas tienen todas sus palabras. "cari", "cariño", "laztana", "maitia", "amor"... largo etc. Yo solo tengo esta palabra que mi pareja ha de haber asumido... "Ángel". Ya no solo por la presencia del término, ni el buen sonido de su significado (a pesar de que no soy seguidor de ninguna doctrina religiosa, ni ninguna creencia que no sean las mías propias). Para mi esa palabra tiene triple razonamiento, triple valor. Aunque NO te voy a explicar (mi querido lector) cuales son. Dejaré que sea el propio Williams quien lo haga en el monólogo que le suelta el psicólogo al propio Will en la película (R.W, descansa en paz):
"¿Sabes
qué se me ocurrió? Que eres un crío, y que en realidad no tienes ni
idea de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston. Si te
pregunto algo sobre arte, me responderás con datos de todos los libros
que se han escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo: vida y obra,
aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual...
lo que haga falta, ¿no?. Pero tú no puedes decirme cómo huele la
Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso
techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me
darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos
polvos... pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas
junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro. Si te pregunto
por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en
la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has
sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda mientras
exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me citarás un
soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable.
Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto
un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del
infierno, ni que se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo para
siempre. Y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en
un hospital durante dos meses, cogiendo su mano, porque los médicos
vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo. No
sabes lo que significa perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando
ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de
ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un
chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega.
Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio, presumes
de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta
vida de arriba a abajo. Eres huérfano, ¿verdad?. ¿Crees que sé lo dura y
penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes, quién eres, porque he
leído Oliver Twist?, ¿un libro basta para definirte?. Personalmente, eso
me importa una mierda porque, ¿sabes qué?, no puedo aprender nada de
ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de
ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres
hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves
chaval."
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