Una sensación te aborda cuando caminas por la calle. Te enchufas a tus cascos para evitar percibir lo que sucede a tu alrededor. Y así pasan los días. Día tras día, semana tras semana. Haces eco de tu propio balance de sentimientos personales y no hay nada más. Nada exterior te ha de preocupar, suficiente tienes con lo que anhelas o tienes.
Sin embargo, un día olvidas el dispositivo de música y sales de la burbuja personal en la que te has enclaustrado. Caminas por la calle y observas. Observas sin cesar. Cada movimiento, cada pancarta, cada señalización. Observas desde la sonrisa más infantil entre carreras, al trasero más perfecto y adulto entre pensamientos picantes...
Sin embargo, no todo son regalos para los sentidos. Al cruzar una esquina un coche te asusta acelerando sin motivo para fardar de coche. Cruzas otra esquina y presencias a 2 personas discutiendo. Por educación no quieres prestarles atención, sin embargo la pútrida condición humana te hace ser merecedor de los peores adjetivos que hay, e intentas escuchar cada una de las palabras que sueltan los sujetos. No conoces la razón, desconoces la situación o el contexto, y desde luego no sabrás nunca el final de ese momento. Sin embargo la mente humana olvida con facilidad las cosas que no le interesan, y comienzas por olvidar tu educación carente de pensamientos anticipados y prejuicios para sopesar quien lleva la razón en esa discusión. Finalmente desistes de pensarlo y continúas tu camino.
EL METRO. De todos los lugares donde se congrega gran variedad de personas, este es el Santuario Sagrado donde más veces comprobamos la falta de educación de las personas. Inclusive puedes clasificarlas ya que el patrón se repite hasta la saciedad. ¿Que coño significa para la puta gente "dejar salir antes de entrar"?
No hará ni 3 semanas a la escritura de este post, una situación vivida hizo renacer mis pensamientos más oscuros y viscerales solo sucedidos en momentos de ira y subidas de adrenalina a lo largo de mi vida. Cosa que me alegro me suceda en veces contadas, ya que mi temperamento heredado es de lo peor.
Dispuesto a montarme en el metro que llegaba hice la espera junto a un gran tumulto de personas; todas ellas acumuladas por retrasos sufridos en los vehículos. Tan pronto el tren se detiene y el tumulto queda frente a la puerta por la que subiran al transporte; lo normal es hacer hueco y dejar salir a toda esa gran cantidad de personas que convierten el tren en un nauseabundo vagón relleno de carne.
De toda esa gente que espera para entrar, hubos dos féminas y un muchacho; que no alcanzarían la mayoría de edad; que no hacían intención de dejar salir a la queriendo entrar a empujones en el vagón. Observas la situación y bueno, tienes algún que otro pensamiento que te hace acordarte de las putas personas que han educado a estos sacos de huesos carentes de personalidad (pensamiento, prejuicio y opinión personales ya que quizá eran bellísimas personas) . Un señor entrado en años y acompañado de su mujer increpa al trío calavera, a expectación de la gente que le rodeabamos:
<<COÑO!!! DEJAD SALIR LA OSTIA!!! UN POCO DE EDUCACIÓN!!!>>
Y cuando sientes un alivio, porque alguien ha dicho lo que la mayoría pensábamos y no decíamos, el chaval sin nombre se da la vuelta y responde:
<<QUE HABLAS DE EDUCACION!!?? QUE COÑO HABLAS DE EDUCACIÓN SO PAYASO!!>>
La mujer del susodicho hombre tuvo que sujetarle ya que se lanzaba a lo que iba a ser una discusión en la que nada iba a ser conseguido y posiblemente alguien iba a haber salido perdiendo. Sin embargo tu mente, lejos de pasar del tema, analiza con relativa calma lo sucedido. Lo escuchado. Lo vivido. Y cuando consigue reaccionar un pensamiento, oscuro como el carbón se cruza, y te dejas llevar por esa imaginación prohibida que debes aprender a controlar.
Te imaginas al supuesto chaval; del que ya solo guardas un veredicto de culpabilidad; siendo golpeado sin piedad hasta hacerle atravesar el cristal de la puerta del vagón en marcha para después enseñarle la suavidad de las paredes exteriores mientras aprietas su cabeza hasta oirle gritar clamando perdón. En segundos, en tu foro interno te conviertes en esa persona de pensamientos oscuros que desde que nacemos la sociedad nos ayuda a educar y a erradicar, para diferenciarnos de los instintos animales.
Transcurridos esos segundos vuelves a tu estado normal y te das cuenta que las cosas no van a cambiar. El señor mayor seguirá con mala ostia durante un rato, y el supuesto chaval <<bien educado>> seguirá haciendo gala de lo increíblemente valiente y hombre que es, frente a las dos chicas que lo acompañan.
Muchas veces te preguntas...
Si somos capaces de ceder la más increible de las caricias, realizar los más increibles regalos para la vista, así como tener los mas increibles sentimientos románticos; ¿como es que aún tenemos ese cáncer generalmente en acometido en faltas de educación? Hoy he hablado del metro, pero también están los de los ciclomotores haciendo ruido a las tantas de la noche. Los que aceleran como si tuvieran Ferraris en un aparcamiento privado. Los que no se saben el código de circulación e increpan al que sí lo respeta. Los que no se levantan cuando algún transporte está lleno, y un larguisimo etc sin entrar a detallar la jungla nocturna que podemos encontrar en los locales por las noches de fin de semana... Aunque esos ya serán revisados en posteriores entradas.
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